Al freir será el reir

Al freir será el reir

Existen varias versiones para justificar el origen de este dicho, utilizado generalmente para pronosticar el cumplimiento de algún hecho adverso, o bien para reprobar la escasa prudencia en la ejecución de cierta tarea.

La versión más probable dice que en la España del rey Felipe IV existía un calderero (vendedor de calderas, salamandras, ollas y sartenes, entre otros utensilios) muy famoso por sus picardías. Pero sucedió que una vez, otro pillo ansioso de jugarle una mala pasada y de burlarse de él, entró en su comercio y pidió comprar una sartén. Con el mayor de los desparpajos, el calderero le alcanzó una que estaba quebrada por abajo. El comprador, ignorando aparentemente la falla de la sartén, abonó satisfecho el importe del elemento, pero lo hizo con plata falsa que el calderero recibió también descuidadamente. Cuando el calderero advirtió que su comprador se retiraba sonriendo con malicia, dijo intencionadamente: «je, je… al freír será el reír», como previendo el mal momento que su cliente habría de soportar al querer utilizar la sartén. Una vez que el comprador escuchó esta frase, replicó en igual tono, diciendo: «ja, ja… al contar será el llorar», seguro de la desagradable sorpresa que se llevaría el comerciante al hacer el recuento de sus ganancias del día.
Fuente: http://www.ciudad-real.es/varios/dichos/a.php